Sibelius

PROS

• La entrada de notaciones es intuitiva y puede llegar a ser rapidísima
• El sistema de maquetación automático ahorra horas de trabajo
• El sistema de reproducción es sin duda el mejor del mercado
• Control de versiones integrado

CONTRAS

• A pesar de su riqueza, sigue teniendo algunos fallos y complicaciones inexplicables
• Es un programa demasiado pesado para casi todos los usos más básicos

Sibelius es el estándar profesional en programas de edición de partituras.

Si por algo ha destacado este programa es por saber combinar una interfaz muy intuitiva, incluso para principiantes, con capacidades complejas para usuarios profesionales. La edición de partituras es un proceso bastante más complejo que, por ejemplo, la edición de texto, porque es menos lineal y contiene símbolos mucho más diversos. Sibelius maneja sin problemas todas las notaciones imaginables, hace fácil su escritura y garantiza su correcta reproducción.

La introducción de notas puede llegar a ser muy rápida, una vez se domina alguno de los métodos de entrada. Estos incluyen el ratón, el teclado del ordenador, instrumentos MIDI (típicamente un teclado de piano) e incluso, en las últimas versiones, la pantalla táctil. Gracias a un diseño muy cuidado, se pueden introducir grandes cantidades de música en muy poco tiempo.

Otra de las herramientas que agiliza enormemente el flujo de trabajo en Sibelius es la Maquetación Magnética, un sistema que facilita el posicionamiento automático inteligente de casi todos los elementos presentes en una partitura: texto (incluidos letras y dinámicas), líneas (notablemente las ligaduras de expresión), música a varias voces, etc. Los objetos ajustan su posición para alinearse entre ellos y evitar colisiones.

En cuanto a las particellas, Sibelius también las gestiona automáticamente con su sistema de Partes Dinámicas. Al crear la partitura, se generan las partes apropiadas, aunque siempre es posible añadir o eliminar partes más tarde. Al ir actualizándola, las partes se van actualizando también dinámicamente. Siempre es posible hacer ajustes finos en las partes que no se vean reflejados en la partitura completa. Además, la distinción que hace Sibelius entre objetos de pentagrama y de sistema hace muy fácil controlar qué aparece en cada sitio.

En cuanto a la reproducción, Sibelius cuenta seguramente con el sistema más sofisticado del mercado. Además de los sistemas de interpretación Espressivo y Rubato, y del mezclador, similar al de programas de producción musical, el programa proporciona una interfaz única para conectarse con instrumentos virtuales. Puedes elegir que tu partitura suene con la propia biblioteca Sibelius Sounds, incluida en el programa, o a través de cualquier instrumento VST, e incluso conectar Sibelius a programas como Pro Tools o Cubase mediante la interfaz ReWire.

Hay muchos más detalles que hacen de este programa, quizás, el mejor del sector: desde el control de versiones integrado hasta los mil ajustes posibles desde el inspector. Sin duda un programa apropiado tanto para principiantes como profesionales.

PROS

• La entrada de notaciones es intuitiva y puede llegar a ser rapidísima
• El sistema de maquetación automático ahorra horas de trabajo
• El sistema de reproducción es sin duda el mejor del mercado
• Control de versiones integrado

CONTRAS

• A pesar de su riqueza, sigue teniendo algunos fallos y complicaciones inexplicables
• Es un programa demasiado pesado para casi todos los usos más básicos